Tu empresa entrena IA con datos… ¿pero tiene permiso?

En la actualidad, el entrenamiento de modelos de Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una práctica habitual en empresas de todos los sectores. Desde asistentes virtuales hasta sistemas de predicción de mercado, las organizaciones utilizan grandes volúmenes de datos para optimizar sus algoritmos. Sin embargo, surge una pregunta clave: ¿tiene tu empresa permiso para usar esos datos?

La importancia del permiso en el entrenamiento de IA

Entrenar un sistema de IA implica recopilar, almacenar y procesar datos, que en muchos casos son datos personales. Según el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), cualquier tratamiento de datos personales debe ser lícito, leal y transparente. Esto significa que, para utilizar datos en el entrenamiento de IA, es necesario contar con una base legal adecuada.

¿Qué dice el RGPD y la LOPDGDD?

El RGPD y la LOPDGDD establecen que el tratamiento de datos personales debe cumplir con principios esenciales como:

  • Licitud, lealtad y transparencia: Informar claramente sobre el uso de los datos.
  • Limitación de la finalidad: Usar los datos solo para el fin específico para el que fueron recopilados.
  • Minimización de datos: Utilizar únicamente la cantidad de datos estrictamente necesaria.
  • Exactitud: Mantener los datos actualizados y corregirlos cuando sea necesario.
  • Integridad y confidencialidad: Proteger los datos contra accesos no autorizados y filtraciones.

El reglamento europeo de IA y el uso de datos

El nuevo reglamento de IA de la UE introduce requisitos adicionales para sistemas que utilicen datos personales en su entrenamiento, especialmente en aplicaciones clasificadas como de “alto riesgo”. Esto incluye:

  • Evaluaciones de impacto sobre protección de datos.
  • Documentación clara sobre el origen de los datos.
  • Mecanismos para garantizar la calidad y representatividad de los datos.
  • Supervisión humana en la toma de decisiones.

¿Qué datos puedes usar para entrenar IA?

Existen varias fuentes de datos, pero no todas son válidas desde el punto de vista legal:

  1. Datos con consentimiento explícito: Recogidos tras informar al interesado del uso concreto para IA.
    2. Datos anonimizados: Siempre que la anonimización sea irreversible.
    3. Datos de dominio público: Con cautela, ya que pueden contener información personal.
    4. Datos internos: Deben cumplir igualmente con los principios del RGPD.

Riesgos de entrenar IA sin permiso

Utilizar datos sin autorización puede tener consecuencias graves:

  • Sanciones económicas: Multas de hasta 20 millones de euros o el 4% de la facturación anual global.
  • Pérdida de reputación: La confianza del cliente se ve comprometida.
  • Problemas legales: Demandas y litigios por vulneración de derechos.

Buenas prácticas para cumplir con la normativa

Para entrenar IA de manera legal y ética:

  • Solicitar consentimiento explícito cuando sea necesario.
  • Implementar privacidad por diseño desde la fase inicial del proyecto.
  • Realizar evaluaciones de impacto periódicas.
  • Mantener un registro de actividades de tratamiento.
  • Formar al personal en protección de datos y ética de IA.

 

Conclusión

Entrenar IA con datos es una oportunidad para mejorar procesos y ofrecer servicios innovadores, pero debe hacerse respetando la normativa vigente. El RGPD, la LOPDGDD y el reglamento de IA de la UE proporcionan un marco claro: transparencia, consentimiento y responsabilidad son las claves para garantizar que el desarrollo tecnológico no ponga en riesgo los derechos de las personas.

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